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Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 3 de julio. Domingo decimocuarto del Tiempo Ordinario
designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 2 julio. Sábado de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan.
Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 1 julio. Viernes de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario
No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “Misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 30 junio. Jueves de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario
¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —entonces dice al paralítico—: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”.
Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 29 de junio. Miércoles de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, apóstoles
¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Oramos unidos, aunque no estemos juntos. 28 junio. Martes de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario
Se acercaron y lo despertaron gritándole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Él les dice: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma.